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La evolución anual del del Índice Registral de Actividad Inmobiliaria (IRAI) durante el tercer trimestre aportó un descenso del 3,6%, más moderado que el descenso del segundo trimestre (-10,7%) cuando sufrió de lleno las restricciones de la actividad económica motivadas por la declaración del estado de alarma.

El valor del IRAI se situó en 103,0 (96,8 el trimestre anterior) y el índice suavizado, libre de factores estacionales, en 100,9 (101,9 el trimestre anterior). Esta recuperación compensa en parte la ruptura de la tasa creciente del IRAI iniciada en el primer trimestre del 2014, que ahora se sitúa en un crecimiento acumulado medio del 1,19% trimestral.

Con estos descensos, continúa la tendencia ralentizadora del crecimiento mostrada en 2019 y acelerada ahora debido a la situación económica derivada de la pandemia. En 2017 y 2018 se produjeron crecimientos entre el 7 y el 9%, y en 2019 pasaron a ser del entorno del 2%, con trimestres incluso de ligeras caídas.

Se trata de un índice que elabora el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España (https://www.registradores.org/indice-registral-de-actividad-inmobiliaria), el único que conjuga transacciones e hipotecas inmobiliarias inscritas en los registros de la propiedad (enfoque de la demanda) con la actividad mercantil del sector de la construcción e inmobiliario (enfoque desde la oferta), dando por tanto una estimación completa de la actividad del sector.

El colectivo registral utiliza todo su potencial informativo para ofrecer el IRAI con el objetivo de ofrecer una referencia global de actividad inmobiliaria en el país que es, en realidad, una síntesis de indicadores de las transacciones inmobiliarias, su financiación hipotecaria y, conjuntamente con lo anterior, otra serie de indicadores relativos a las constituciones de sociedades, variables económicas de las cuentas anuales depositadas y sociedades concursadas, siempre relativas a los sectores de la construcción e inmobiliario.

La importancia del sector de la construcción en nuestro país es sobradamente conocida, representando históricamente entre el 7 y el 10% del valor añadido bruto (VAB) total, entre el 7 y el 13 por 100 del empleo y en torno al 60 por 100 de la formación bruta de capital fijo, además de su importante efecto de “empuje” sobre otros sectores de la economía.

Evolución experimentada

Así, se observa, por tanto, una recuperación parcial de la actividad inmobiliaria tras el fuerte descenso registrado en el segundo trimestre (debido a la pandemia, estimándose en un incremento del 6,4% la tasa de variación trimestral (-0,9% para el índice suavizado), compensando parcialmente la ruptura de la tasa creciente del IRAI iniciada desde el primer trimestre del 2014.

La parte negativa de la evolución del índice se ha debido principalmente a los precios de las compraventas (decrecimiento del -5,25% con una repercusión del -1,46%) que puede justificar el fuerte crecimiento habido en el número de compraventas en el número de las hipotecas (decrecimiento del -4,43% con una repercusión del -0,53%) muy probablemente ligado al crecimiento del importe de éstas.

La evolución del IRAI mostrada en los datos anuales al término del tercer trimestre se produjo fundamentalmente por el descenso en el área de propiedad (-6,46%) debido fundamentalmente a la caída del número de compraventas (-9,25%) y en menor medida a la del número de hipotecas (-0,99%), con un ligero descenso registrado en el precio de las compraventas (-1,03%) y muy significativo en el importe de las hipotecas (-17,36%).

De hecho, ha habido fuertes aumentos en casi todos los subgrupos del IRAI: número de compraventas de viviendas usadas (variación del 52,58% con una repercusión del 1,52%), de viviendas nuevas (variación del 30,30% con una repercusión del 3,35%), locales (variación del 64,06% con una repercusión del 0,64%), naves (variación del 43,03% con una repercusión del 0,38%) y garajes (variación del 61,44% con una repercusión del 0,28%).

También destaca el aumento del importe de las hipotecas de viviendas usadas (variación del 7,07% con una repercusión del 0,47%) y de las naves (variación del 27,82% con una repercusión del 0,21%).

Finalmente, en la parte mercantil en el sector de la construcción cabe destacar el importante descenso en las actividades concursales (variación del -84,52% con una repercusión del 1,18%) y el incremento del número de constituciones de empresas (variación del 40,25% con una repercusión del 0,38%).

En menor medida, en el sector inmobiliario destaca el descenso del 63,63% en las actividades concursales (repercusión del 0,14%) y el aumento del 46% del número de constituciones (repercusión del 0,15%).

En la parte negativa destaca el fuerte descenso de los precios de las viviendas usadas (variación del -6,43% con una repercusión del -1,20%), de los locales (variación del -26,77% con una repercusión del -0,50%) y del número de hipotecas de viviendas usadas (variación del -12,13% con una repercusión del -0,74%).

En el área de las sociedades mercantiles, se produjo un comportamiento más positivo en el sector de la construcción (5,28%) mientras que el sector inmobiliario mantuvo también un crecimiento del 0,94%.