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El sistema de oposiciones: un valor a preservar

 

El BOE de 9 de febrero de este año publica la convocatoria de oposiciones al Cuerpo de Aspirantes a Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles. La Ley Hipotecaria, en su artículo 277.1 señala «El ingreso en el Cuerpo de Registradores se realizará mediante oposición, ajustada al Reglamento redactado por la Dirección General». El Reglamento Hipotecario, en los artículos 504 y siguientes, regula con precisión las características del sistema de oposición y cuya superación permite a los examinandos acceder al Cuerpo de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles de España.

Consta la oposición de cuatro ejercicios de carácter eliminatorio, en los cuales el opositor ha de demostrar sus conocimientos teóricos y prácticos sobre las distintas materias que integran la misma. En los dos primeros ejercicios orales,  se ha de acreditar un adecuado  dominio de la teoría. En el tercer y cuarto ejercicio, de carácter práctico, el opositor ha de manifestar una efectiva comprensión de aquello que se ha aprendido y cuyo conocimiento ha quedado acreditado en los ejercicios orales. En las últimas décadas ha ido adquiriendo cada vez más peso la parte práctica, con ejercicios cada vez más complejos que demandan del opositor una elevada capacidad de resolver las mismas cuestiones a las que luego va a tener que enfrentarse en la vida profesional.

A pesar de que hoy en día, existen algunas voces críticas que ponen en duda el sistema de oposición como procedimiento de selección de los empleados públicos, entiendo que estamos ante el mecanismo más justo que existe. La objetividad y ecuanimidad a la hora de elegir a aquellos que han demostrado ser merecedores de ingresar en un cuerpo funcionarial, hacen de la oposición una herramienta imprescindible para garantizar los principios de capacidad y mérito. Pueden creerme si les digo que sé de lo que estoy hablando, pues fue largo el camino que recorrí hasta lograr alcanzar el objetivo pretendido. Siento como propia aquella frase de un gran hipotecarista cuando, recordando su sufrida etapa de opositor , dijo «A mí me suspendieron todos los Tribunales , e incluso algún bedel».

Un sistema basado en el esfuerzo y en la igualdad de oportunidades; en la imparcialidad e independencia del tribunal calificador, integrado por miembros pertenecientes a distintos cuerpos de reconocido prestigio y gran solvencia jurídica; y en la transparencia en el desarrollo de los ejercicios, siendo públicas todas las sesiones que se celebran y emitidas con gran celeridad las calificaciones de los ejercicios orales.

Las muchas bondades que este proceso de selección atesora, no implica que el mismo no pueda ser mejorado en algunos aspectos. Así, las sesiones orales podrían ser grabadas, a semejanza de lo que ocurre hoy en día en los procesos judiciales, y de esta manera, se ayudaría a esclarecer algunas dudas que se pudieran plantear al tribunal a la hora de enjuiciar el ejercicio; o completar las pruebas de acceso con algún curso tendente a la mejor formación del jurista y que debiera ser superado con éxito por parte de los opositores para lograr el ingreso en el Cuerpo de Registradores.

La preparación de la oposición, además del esfuerzo personal que supone, de la renuncia constante a cosas que apetece hacer y que hacen aquellos que no están inmersos en un proceso de esta índole, también implica un esfuerzo económico. Llegar a dominar la materia de este modo,  poder examinarse con posibilidad  de éxito, conlleva un tiempo más o menos largo en el que el estudiante no genera ningún tipo de  ingreso. Durante esa época, el  sustento y la satisfacción de todas las  necesidades dependen de una financiación ajena.

El Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles de España no es ajeno a esta circunstancia. Más bien al contrario, ha mostrado una especial sensibilidad, por lo cual, teniendo en cuenta todas estas circunstancias, con el fin de posibilitar el que nadie pueda verse impedido de preparar la oposición debido a su situación económica, y que el principio de igualdad de oportunidades tenga plena efectividad, a través de la Fundación Registral ha arbitrado un sistema de becas, destinado a financiar la preparación de la oposición. La concesión de la beca depende básicamente de dos circunstancias como son, la capacidad económica del opositor y el rendimiento en el estudio de este, para lo cual es esencial el informe del preparador que lo acredite. La Fundación realiza un exhaustivo seguimiento de aquellos alumnos que disfrutan de la beca con el fin de que exista plena garantía de que sin duda son merecedores de la misma.

Como dato, reflejar que en las dos últimas convocatorias en las que han pasado a integrar el Cuerpo de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles, cuarenta y cinco opositores en cada una de ellas, once de los aprobados han sido personas que han venido disfrutando de las referidas becas, seis de los cuales son mujeres , y cinco hombres. En la actualidad, hay un total de veinticuatro alumnos becados que se encuentran inmersos en la preparación de la oposición, diecisiete de ellos mujeres y siete hombres.

Como todos sabemos, el preparar la oposición implica una apuesta en la que a veces, quizás demasiadas, no se obtiene el resultado pretendido y en muchos casos merecido por el gran esfuerzo realizado. Se invierten años de la vida sin garantía de éxito. No obstante, es innegable la formación jurídica  que, a pesar de no lograr aprobar,  llega a adquirir el opositor  durante la preparación en relación a las materias que integran el programa, a lo que hay que sumarle la capacidad de trabajo que se adquiere durante el tiempo de oposición.  Todos conocemos a magníficos estudiantes que no han llegado a ingresar, que dominaban con gran solvencia el programa, que han estado a punto varias  veces y que por una u otra circunstancia no han completado el proceso con éxito. Los que hemos sufrido durante mucho tiempo la oposición sabemos que es delgada la línea que separa el éxito del fracaso.

También la Fundación Registral está preocupada por la situación de estas personas que se quedan en el camino. Por ello, está analizando la posibilidad de organizar cursos de especialización que permitan a estos opositores que no alcanzan su objetivo a incorporarse a la vida profesional con la máxima solvencia posible.

Desde aquí, mi más sincera enhorabuena a la Fundación Registral por estas felices iniciativas y mis ánimos y mis mejores deseos a todos aquellos que integran el magnífico cuerpo de opositores, futuro de esta extraordinaria  profesión, en los ya inminentes exámenes.

 

Por Joaquín Villatoro. Registrador de la Propiedad de Cazorla.