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Madrid, foro de debate mundial de acceso a la vivienda

 

El comité Institucional del Foro Internacional de Acceso a la Vivienda, del que forma parte el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha sido constituido en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Este foro internacional, del que son promotores la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), se celebrará en la capital española en marzo de 2022.

El comité institucional lo integra Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital, Naciones Unidas (ONU-Hábitat) y el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Su constitución es el primer hito público desde que la candidatura española se impusiera a la de Arabia Saudí en la Asamblea General de la UIA, celebrada en Bakú hace justamente dos años.

Sobre la base de que el acceso a la vivienda es un derecho y, sin embargo, se ha convertido en un problema de alcance global, la propuesta  convenció a los asambleístas de la UIA se centra en facilitar el cumplimiento de este derecho, que, en el caso de España, está recogido en el artículo 47 de la Constitución.

Se propone una metodología que sirva, en primer lugar, para identificar, analizar y clasificar las principales dificultades de acceso a un techo digno y adecuado, reconocidas por organismos internacionales, como la ONU, y, con esos resultados y la localización de algunos casos de éxito en todo el mundo, plantear posibles soluciones a un desafío de enorme complejidad.

El acceso a la vivienda es un derecho universal, pero se ha convertido en un problema de dimensiones globales. El crecimiento demográfico exponencial que se ha registrado en las últimas décadas y que se prevé que siga aumentando, hasta alcanzar los 10.000 millones de habitantes en el año 2050, unido a una urbanización rápida y desordenada de los territorios --sobre todo, en Asia y África-- están generando nuevos retos a los que hay que sumar un incremento manifiesto de las desigualdades sociales en los países desarrollados.

Este acceso a la vivienda es uno de los grandes problemas que España sufre en la actualidad. Actualmente, el 45% de los inquilinos dedican más del 40% de sus ingresos a pagar el alquiler. De media, se dedica en torno al 25% de los ingresos a pagar el alquiler, casi cinco puntos por encima de la media europea.

En cambio, en el caso de las hipotecas, el porcentaje de ingresos que se destina al pago de la mensualidad es de en torno a un 15%, cifra similar a la media entre los Estados miembros, según los datos que figuran en el plan 'España 2050' que el Gobierno presentó recientemente.

 

Rehabilitación y regeneración urbana

El director general de Agenda Urbana y Arquitectura, Iñaqui Carnicero, que ha representado al Mitma en este acto, ha remarcado que “para afrontar el reto del acceso a la vivienda, así como la creciente desigualdad social de las ciudades, la arquitectura y el urbanismo tienen mucho que aportar”. “En Europa, la clave reside en trabajar en la rehabilitación y regeneración urbana mediante una arquitectura de calidad, por su capacidad para mejorar la cohesión social, el bienestar y la salud de las personas, en definitiva, para mejorar su calidad de vida”, ha afirmado.

En este contexto, el Foro Internacional de Acceso a la Vivienda reunirá en Madrid a expertos de todo el mundo con el fin de identificar, analizar, debatir y clasificar, de una forma científica y rigurosa, las principales barreras que dificultan en cada país que el derecho a la vivienda digna y adecuada sea una realidad, así como los casos de éxito que permitirían avanzar, a medio y largo plazo, en posibles líneas de actuación para plantear soluciones a un desafío de enorme complejidad.

Desde la sostenibilidad institucional, evitando duplicar esfuerzos, el Foro Internacional de Acceso a la Vivienda aprovechará las redes globales, buscando sinergias que ayuden también a difundir las buenas prácticas. Todo ello para impulsar un marco de trabajo conjunto que redunde en la utilidad de las propuestas.