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Premio Gumersindo de Azcárate para el Constitucional
La IX edición del Premio Gumersindo de Azcárate, concedido por el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, que coincide con el cuarenta aniversario de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, ha distinguido a esta institución, que a través de su jurisprudencia, como intérprete supremo de la Constitución, asegura la relevancia y legitimidad de ésta y, con ello, la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político en España.
El acto de entrega tuvo lugar el pasado lunes, 8 de abril de 2019, en los salones del Hotel Villamagna y actuó como maestra de ceremonias la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que entregó el galardón al presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, en presencia de la decana del Colegio de Registradores, María Emilia Adán, y de la decana autonómica de Madrid, Belén Merino.
Construcción de España
La ministra de Justicia, Dolores Delgado destacó el papel decisivo de este órgano en la tarea colectiva de la construcción de España como Estado social y democrático de Derecho. “Ha ensanchado y fortalecido la España de las libertades”, dijo Delgado, desde el ejercicio de sus funciones de control de la constitucionalidad de las leyes, tutela de los derechos fundamentales y de solución de los conflictos de competencia entre el Estado y las comunidades autónomas.
En sus casi cuatro décadas de existencia, este Tribunal ha recibido más de 220.000 demandas de Justicia constitucional y dictado casi 200.000 resoluciones definitivas, 10.000 de las cuales, en forma de sentencia. Su responsabilidad en estos años “no ha sido fácil ni gratuita”, subrayó la ministra, sin que la acción directa del terrorismo y de los numerosos desafíos a los que a lo largo de estos años se ha enfrentado el Estado de Derecho, le hayan hecho claudicar.
El premio que le ha entregado el Colegio de Registradores al Tribunal Constitucional y que ha recogido su presidente, Juan José González Rivas, expresa, por lo tanto señaló Delgado, la gratitud “por haber hecho posible una España democrática capaz de sobreponerse a la adversidad” y el reconocimiento de que su fortaleza es “la mejor garantía de futuro con que cuenta España”.
La ministra de Justicia explicó que “la Carta Magna sigue rabiosamente viva y actual gracias al Tribunal Constitucional, que ha permitido avanzar como sociedad”, añadiendo que “a veces se habla de la necesidad de reformar la Constitución, puede ser, pero quien ha dado el sentido constante es el Tribunal Constitucional. Sería muy difícil reconocer a una España avanzada, justa y plural sin su pensamiento”.
Consenso constitucional
María Emilia Adán, por su parte, explicaba que los registradores rinden tributo al Tribunal Constitucional, entre otras razones, porque “a través de su jurisprudencia, como intérprete supremo de la Constitución, asegura la relevancia y legitimidad de ésta y, con ello, la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo en España”.
La decana explicó que “el Tribunal Constitucional, cerrado ya el periodo constituyente, supuso además, como ha señalado Miquel Roca la continuación del consenso constitucional, pero sin sustituir al constituyente. Esta fue su determinación y la génesis de su prestigio”.
Además, dijo que consideraba que, “desde el reconocimiento de la función social de la propiedad por el Tribunal Constitucional, los registradores tratamos de hacer efectivas las limitaciones legales de contenido social, urbanístico y medioambiental”.
Adán destacó que “las instituciones son personas que las gestionan. Fueron muchos y brillantes los hombres y mujeres que trabajaron con lealtad e independencia para que este camino no tuviera retorno” Y recordó las palabras de Francisco Tomás y Valiente, cuando afirmó que “el Tribunal no debe obsesionarse nunca por el eco de sus resoluciones. Ni ha de buscar el aplauso ni ha de huir de la censura, porque una sociedad democrática dotada de las libertades que el propio Tribunal ampara, siempre habrá, en cada caso, ante cada sentencia no rutinaria, aplausos y censuras…”
Una Constitución de todos
En su intervención, el presidente del Tribunal Constitucional, reconoció que “este premio, busca reconocer a aquellas personas o entidades que promueven el Estado social y democrático de derecho, y que, este año, recae sobre esta institución que me honro en presidir”, al tiempo que añadía que “esta satisfacción que experimento se extiende, como no puede ser de otra manera, a todos los magistrados del Pleno del Tribunal que nos acompañan, así como a los Presidentes y Magistrados Eméritos que nos distinguen con su presencia”.
“Dentro de la Constitución, con pleno acatamiento de su sustancia y de sus procedimientos, caben las libres y legítimas aspiraciones de todos. Dentro de la Constitución reside nuestra convivencia y nuestra prosperidad como españoles y como europeos” afirmó el presidente de la institución distinguida con el Premio Gumersindo de Azcárate.
Y aseveró que “nuestra Carta Magna, la más estable y la más consensuada que ha tenido España, nos ha proporcionado el mayor periodo de paz y prosperidad que hayamos disfrutado, al tiempo que nos ha permitido, devolver a nuestro país al lugar que le corresponde en Europa y en el mundo.
Juan José González Rivas dijo que el Tribunal de Garantías es un órgano que aspira a la integración y por ello está llamado a actualizar, sentencia tras sentencia, el significado de nuestra norma básica, interpretando y aplicando las orientaciones marcadas por el poder constituyente.
De tal forma, como ha dejado dicho en una de sus más conocidas sentencias, el Tribunal Constitucional entiende que la Constitución a través de una interpretación evolutiva, se acomoda a las realidades de la vida moderna como medio para asegurar su relevancia y legitimidad.
Pero además de interpretar- continuó explicando-, el Tribunal cumple el cometido primordial de garantizar y de defender la Constitución: de tal forma, si por un lado garantiza ordinariamente la supremacía del texto constitucional sobre cualesquiera leyes y sobre el resto de poderes públicos, situándola como origen, cúspide y frontera de nuestro sistema jurídico, por otro lado, la defiende cuando es necesario frente a las disposiciones, actos o comportamientos que buscan desafiar su contenido y el ordenamiento jurídico que sobre ella se levanta.
Gumersindo de Azcárate, un gran referente
Juan José González Rivas se refirió a la personalidad que da nombre al premio recibido, asegurando que “don Gumersindo de Azcárate fue un ilustre catedrático, un político, un ideólogo, y también uno de los fundadores de la célebre Institución Libre de Enseñanza. Brevemente, en 1873, año del advenimiento de la Primera República, pasó a estar al frente de la Dirección de los Registros, Civil y de la Propiedad y del Notariado, a requerimiento de su amigo don Nicolás Salmerón, en ese momento Ministro de Gracia y Justicia”.
Fue Azcárate un pensador convencido de que la transformación de las leyes y de la política debía ir precedida de la evolución paulatina y progresiva del pensamiento moral y social. Él mismo dejó escrito que tres cosas son necesarias: libertad, leyes justas inspiradas en la libre opinión del pueblo y cumplimiento exacto y honrado de estas leyes.
En este sentido, explicó también, siendo diputado en las Cortes, sus ideas quedaron reflejadas en algunas iniciativas que se transformarían en realidad legislativa, como la ley reguladora de la usura, también llamada Ley Azcárate.
Gumersindo de Azcárate representa, por tanto, “un modelo de persona íntegra y de jurista comprometido por la cosa pública que defendió sus ideas tanto desde la Universidad y la Administración, como desde el Congreso de los Diputados”, aseguró.
En atención a estas cualidades, consideró que “resulta muy apropiado que el pasado año, coincidiendo con el cuadragésimo aniversario de nuestra Constitución, el premio que hoy lleva su nombre se concediese a las Cortes Generales, en reconocimiento a los 40 años de libertad, democracia y Estado de Derecho que la misma ha posibilitado”.