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¿Qué ventajas ofrece el Registro Mercantil para cualquier ciudadano de a pie? Podemos resumirlas en una: seguridad. El Registro Mercantil contiene toda la información necesaria para contratar con una sociedad. Pensemos, por ejemplo, que vamos a vender un piso de nuestra propiedad o a alquilar un local a una sociedad mercantil. Las primeras preguntas que pueden surgirnos son “¿esta sociedad existe?”, “¿cómo sé que la persona que dice que me lo compra o alquila en nombre de la sociedad puede hacerlo realmente?”, “¿tiene la sociedad dinero para pagarme?”. Pues bien, el Registro Mercantil contiene toda esta información.

La creación de dicha sociedad (denominación, domicilio, tiempo por el que se ha creado...), quiénes son sus representantes y quiénes tienen poder para actuar en nombre de ella, datos necesarios para obtener una visión fiel y justa de su situación económica… Todo esto está integrado en el Registro Mercantil, un lugar que proporciona información pública, transparente, a un coste muy asumible y de fácil acceso, bien a través de cualquier registro o mediante el Registro online de registradores.org.

En segundo término, y más allá de los beneficios para el ciudadano en general, el Registro Mercantil ofrece ventajas para el pequeño comerciante. Ya sea el dueño de una farmacia, de un estanco, de una carnicería o de una peluquería. Poner en marcha o desarrollar cualquier negocio supone hacer frente a una serie de pagos a proveedores, asumir gastos de alquiler, préstamos y un largo etcétera. Es en este punto donde el pequeño empresario puede necesitar financiación y temer ser embargado en caso de no poder afrontar sus deudas.

Respecto a la primera cuestión, en caso de que alguien no tenga suficiente liquidez para promover un negocio y necesite solicitar un préstamo al banco, existe la posibilidad de constituir la conocida hipoteca mobiliaria; es decir, una hipoteca sobre el establecimiento del negocio, siendo lo hipotecado no el local donde se sitúa el negocio, sino el propio negocio. Es frecuente que estas hipotecas aparezcan en torno a las licencias de taxi, de estancos, de farmacia… Y se inscriben en el Registro de Bienes Muebles, que es la Sección del Registro Mercantil competente.

Sin abordar qué es y para qué sirve el Registro de Bienes Muebles, baste traerlo a colación a los efectos relativos a quienes temen ser embargados en caso de no poder afrontar deudas relacionadas con el impulso de una empresa. Aquí entra en juego la figura del Emprendedor de Responsabilidad Limitada. Esta figura fue creada en 2013 y su principal finalidad es proteger lo que más importa al pequeño empresario: su vivienda familiar.

Siempre que reúna los sencillos requisitos exigidos en la ley y después de haber hecho constar en el Registro Mercantil de su domicilio su condición de Emprendedor de Responsabilidad Limitada, su vivienda familiar ya no podrá ser embargada por deudas empresariales que surjan a partir de esa inscripción.

Todo funciona a través de la coordinación entre el Registro Mercantil y el Registro de la Propiedad. Primero se solicita la inscripción en el Registro Mercantil telemáticamente a través de registradores.org, mediante un acta notarial o de una instancia privada con firma electrónica reconocida. Una vez se ha dejado constancia de la condición de Emprendedor de Responsabilidad Limitada, el Registrador Mercantil se lo comunicará al de la Propiedad, quien pondrá una simple nota al margen de la vivienda que queremos proteger y, a partir de ese momento, denegará cualquier solicitud de embargo por deudas empresariales.

Es decir, gracias a la coordinación entre Registro Mercantil y Registro de la Propiedad, la vivienda familiar del pequeño comerciante no podrá ser embargada por las deudas que se deriven de su negocio, y ese emprendedor únicamente seguirá respondiendo por deudas con la Agencia Tributaria, con la Seguridad Social, y aquellas que sean anteriores a la inscripción en el Registro Mercantil de su condición de Emprendedor de Responsabilidad Limitada.

Por todo ello, el Registro Mercantil es clave en el impulso la economía en la medida en que trata de ayudar al pequeño empresario, le permite obtener financiación constituyendo una hipoteca mobiliaria sobre su negocio y le permite proteger su vivienda familiar frente a las pérdidas derivadas de su negocio, evitando que se vea privado de ella si no es capaz de hacer frente a los pagos.